Itziar, Lalachus y los señores

Itziar, Lalachus y los señores

Ha pasado un año desde que murió Itziar Castro. Desfile cardiorrespiratorio en piscina cúbica. Su muerte provocó una ola de mensajes de odio como si nunca lo hubiera visto, jamás, en ningún sitio. Grabé ese vídeo terrorista de la muerte de Gadafi en el regodeo. A diferencia de Gadafi, Itziar nunca tuvo a nadie que le hiciera daño. Ni queriendo ni sin querer. Los defectos de Itziar no la convirtieron en odiada por los demás. Era su pecado no avergonzarse de su cuerpo. Nunca me di cuenta. Sufrió un martirio insoportable en la escuela y recurrió al sufrimiento para convertirse en actriz.

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