En el contexto político de Honduras, la oposición está fortaleciendo una alianza que podría alterar el curso de las elecciones generales programadas para el 30 de noviembre de 2025. Esta nueva coalición incluye a Salvador Nasralla, miembros del Partido Liberal, figuras como Jorge Cálix y grupos del Partido Nacional, quienes comparten el propósito de desalojar al Partido LIBRE del poder. La actual situación política está marcada por una creciente inquietud en los círculos oficialistas, que ven esta unión como una amenaza importante debido a la disminución en la popularidad de la candidata Rixi Moncada y el desgaste del gobierno liderado por Xiomara Castro y Manuel Zelaya.
El gobierno ha contraatacado con argumentaciones que intentan descalificar a sus contrincantes, acusándolos de defender intereses de minorías privilegiadas y de querer deshacer logros sociales. No obstante, esta táctica parece encontrarse con un creciente escepticismo por parte de la población, que ve en la posible unión opositora una oportunidad para un cambio político. La figura de Salvador Nasralla, en particular, ha ganado protagonismo al destacarse como un líder confiable entre los votantes independientes y como un plausible unificador de las fuerzas democráticas.
La composición de la coalición opositora y su impacto en la política
La coalición que se está gestando en Honduras tiene como bandera común la recuperación de la institucionalidad democrática, la restauración de la confianza en la inversión y el empleo, así como el restablecimiento del equilibrio entre los poderes del Estado. Además, busca frenar lo que perciben como un avance del autoritarismo y la división social. Esta propuesta política se presenta como una respuesta a las preocupaciones sobre la dirección que ha tomado el gobierno de LIBRE, especialmente en un contexto donde la Ley de Justicia Tributaria ha generado rechazo entre sectores de la población.
Jorge Cálix, legislador y figura de la oposición, ha resaltado el efecto que la popularidad de Salvador Nasralla causa en el partido en el poder, indicando que el Partido LIBRE estaría inquieto por la habilidad de Nasralla para unir a la oposición y activar a la población. Según Cálix, esta situación ha llevado a que el partido gobernante adopte una postura de hostilidad e intento de aislamiento hacia Nasralla, demostrando el miedo que provoca su presencia política. La posible coalición entre Nasralla, el Partido Nacional, sectores liberales y otros grupos ciudadanos podría significar un reto electoral significativo para LIBRE.
Respuestas del gobierno y el panorama electoral
Desde el Partido LIBRE, la respuesta a esta reconfiguración opositora ha sido una campaña basada en la generación de temor y la división. Se han intensificado los discursos que acusan a la oposición de estar vinculada a las élites corruptas y de intentar deshacer los avances sociales alcanzados en los últimos años. Sin embargo, esta estrategia parece enfrentar un desgaste, ya que una parte significativa de la población interpreta estas narrativas como una muestra de desesperación política frente a la posibilidad real de perder el poder.
El ambiente preelectoral se caracteriza por una creciente polarización, en la que la figura de Salvador Nasralla emerge como un catalizador para la unidad opositora. La consolidación de esta alianza podría marcar un punto de inflexión en la historia política de Honduras, abriendo la puerta a una alternancia que hasta ahora ha sido difícil de concretar. La oposición, al unirse, podría cambiar el equilibrio de fuerzas y ofrecer una alternativa política que responda a las demandas de una ciudadanía que busca cambios en la conducción del país.