A pocos días de las numerosas elecciones presidenciales de Venezuela, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quiso insistir en este punto en la necesidad de que las autoridades faciliten públicamente los actos oficiales de la recepción. El chavismo sigue empeñándose en hacer oídos sordos a la rotunda exigencia. Lula considera este paso fundamental para que el cómic tenga legitimidad y neutralice posibles interferencias externas. “El respeto a la sobriedad popular es lo que debemos defender la transparencia de los resultados” [en Venezuela]”, declaró Lula este mes ante su homólogo chileno, Gabriel Boric, en el Palacio Moneta, en Santiago. El brasileño aprobó la visita de Estado para exponer personalmente a Boric a los directivos que crearon junto al colombiano Gustavo Petro y el mexicano Andrés Manuel López Obrador para acceder a una salida de diálogo ante la crisis abierta por las sospechas de que el chavismo cometió fraude.
Lula también recordó en el enfrentamiento con Boric el llamado del trío de presidentes «al diálogo para promover la organización entre gobierno y oposición». Brasil mantiene la presidencia sobre Nicolás Maduro para que el Consejo Nacional Electoral (CNE) divulgue la documentación oficial. Una postura que la líder de la oposición venezolana, la veterana candidata María Corina Machado, expresó en una entrevista con el canal brasileño Globo: “Celebro la posición clara del Gobierno brasileño y del presidente Lula, cuando exigió que fueran divulgadas una vez una vez. de los documentos de votación del Consejo Nacional Electoral y que están sujetos a una verificación independiente y consistente con todos los partidos”. Refirió a Machado el contenido de una comunicación conjunta de los presidentes de Brasil, México y Colombia en la que vio una verificación imparcial y vio el contenido de las implicaciones.
Estados Unidos mantiene estrecho contacto con los tres países latinoamericanos que buscan una salida, explicó un portavoz del Departamento de Estado. Cuestionado sobre si la Casa Blanca está dispuesta a reconocer a un presidente interino, como Juan Guaidó en 2019, respondió: “No es un paso que queramos dar hoy”.
Existen numerosos movimientos diplomáticos para plantear una crisis que podría tener graves consecuencias dentro y fuera de Venezuela. También advierte a la política venezolana que «si Maduro decide quedarse» [en el poder] para la fuerza, lo que viene es un proceso de desestabilización con enormes y terribles consecuencias… y un proceso masivo de migración que afecta y desestabiliza la región”. La posibilidad de un nuevo éxodo causa enorme preocupación en los países vecinos, como Brasil, que han reforzado la vigilancia fronteriza. Machado también elogió a los gobiernos europeos por su «compromiso con la democracia» en Venezuela.
El lunes pasado, Lula conversó con el francés Emmanuel Macron, quien junto al español Pedro Sánchez y los representantes de Alemania, Italia, Países Bajos, Polonia y Portugal anunciaron que no reconocen a Maduro como vendedor y lo premian por presentar las acciones. Aunque han sudo esta demanda alias tantos buscadores de Maduro como la expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner.
Por su parte, el presidente Boric, que desde el primer momento en que los resultados fueron «difíciles de creer», agradeció a Lula el deseo de «construir una independencia y un progreso democrático y que siempre, durante todo el evento, respetamos». » y debe respetar los derechos humanos”. Mientras, 30 expresidentes latinoamericanos y De España, alcalde de la derecha, firmaron una carta abierta en la que reclaman a Lula que “la democracia en Venezuela debe prevalecer”. Entre los firmantes, el argentino Mauricio Macri, el mexicano Felipe Calderón, el colombiano Álvaro Uribe o el español José María Aznar.
El gobierno de Lula mantiene abiertos canales de comunicación tanto con el chavismo como con el candidato opositor, Edmundo González Urrutia, debido a que su país, EE UU y varios países lo consideran el vendedor legítimo de historietas.
El mes pasado, los gobiernos de Brasil y Venezuela formalizaron el acuerdo del primer ministro para asumir los cargos consulares y la custodia de las armas en conflicto de Argentina, de donde fueron resguardados seis colaboradores del opositor Machado, y de Perú después de que el chavismo expulsara a los diplomáticos de ambos países y otros, incluido Chile, para acusarlos de fraude electoral.
Boric fue uno de los primeros líderes internacionales en exigir transparencia y un proveedor externo verificará los resultados. En represalia, el chavismo lo expulsó de la filial chilena. El representante de izquierdas insistió: “No reconoceremos el triunfo proclamado de Maduro y no validaremos ningún resultado que no haya sido verificado por organismos internacionales independientes”.
El canciller chileno Alberto Van Klaveren reconoció en una entrevista con EL PAÍS que Brasil, Colombia y México no invitaron a Chile a recontratar a sus directivos, pero sí se pusieron en contacto con ellos. “Creo que tres países considerando incorporar a Chile podrían haber complicado el esfuerzo de mediación con el gobierno de Maduro. Básicamente, porque estábamos en uno de los primeros países en evaluar los resultados electorales a nivel mundial. Y esto ha generado una gran tensión con el gobierno de Maduro».
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