Bernardo Arévalo asume como presidente de Guatemala en medio de tensiones políticas y apoyo internacional

Bernardo Arévalo asume como presidente de Guatemala en medio de tensiones políticas y apoyo internacional

La toma de posesión de Bernardo Arévalo como nuevo presidente de Guatemala estuvo marcada por momentos de incertidumbre y tensiones políticas que arrastraron la ceremonia hasta altas horas de la madrugada. La jornada, que fue un acto ceremonial de transición democrática, se vio empañada por desacuerdos en el Congreso de Guatemala, lo que retrasó el proceso de juramentación del nuevo presidente.

Varios líderes de la región, que estuvieron presentes en la capital guatemalteca, jugaron un papel clave para garantizar que la transferencia del poder se realizara de acuerdo con la constitución. Entre ellos, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, se destacó al hablar con firmeza sobre la situación, expresando su disposición de permanecer en el país hasta la celebración.

Petro, quien se reunió con Arévalo antes de la ceremonia, recurrió a las redes sociales para informar sobre el bloqueo legislativo que retrasó la toma de posesión del presidente electo. Según sus publicaciones, el Congreso no logró elegir una junta directiva, paso esencial para proceder con la ceremonia de inauguración. Petro ha dejado claro que no abandonará Guatemala hasta que Arévalo asuma oficialmente el cargo, e incluso ha indicado que está dispuesto a cancelar su participación en el Foro Económico Mundial de Davos si es necesario.

Mientras tanto, el ambiente en el Congreso se volvió caótico. Según informes locales, la falta de acuerdo entre los parlamentarios salientes provocó enfrentamientos verbales y confrontaciones, lo que intensificó aún más las tensiones. Esta situación generó preocupación entre las delegaciones internacionales, quienes temieron que los hechos pudieran derivar en un intento de impedir la toma de posesión de Arévalo, especialmente después de que el presidente electo se hubiera quejado anteriormente de presuntos intentos de sabotaje por parte de ciertos actores políticos y judiciales.

Por su parte, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, también expresó preocupación por el retraso en el traspaso de poder. En un mensaje enviado en sus redes sociales, llamó al Congreso guatemalteco a cumplir con su mandato constitucional y permitir la toma de posesión de Arévalo. Castro instó al pueblo guatemalteco y a las instituciones del Estado a apoyar al nuevo presidente y garantizar el respeto a la voluntad democrática expresada en los comicios.

La presión internacional no se limitó a los líderes de la región. La Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE) emitieron una declaración conjunta exigiendo respeto al proceso democrático en Guatemala. El secretario general de la OEA, Luis Almagro, recordó que las elecciones en el país fueron libres y transparentes y destacó que el Congreso debe cumplir con su obligación constitucional de garantizar la transferencia del poder al presidente electo.

Finalmente, después de largas horas de incertidumbre, Bernardo Arévalo asumió oficialmente la presidencia de Guatemala. Poco después de la ceremonia, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) felicitó al nuevo presidente, enfatizando que el desafío que enfrenta su gobierno es promover la paz, la justicia social y la transparencia. El Secretario General António Guterres expresó su compromiso de apoyar al país en este nuevo capítulo político.

También hubo mensajes de apoyo de Estados Unidos. Samantha Power, administradora de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), encabezó la delegación estadounidense en la ceremonia y enfatizó que no hay dudas sobre la presidencia de Arévalo. Power instó al Congreso guatemalteco y a todas las partes involucradas a respetar la voluntad del pueblo guatemalteco, señalando que «el mundo está mirando».

Kamala Harris, la vicepresidenta de Estados Unidos, también habló sobre la inauguración, destacando la importancia de fortalecer la relación entre ambos países. Harris anunció que se reunirá con el presidente Arévalo en Washington en los próximos meses para discutir temas clave como migración, derechos humanos y gobernanza. Según Harris, este nuevo gobierno ofrece una oportunidad para construir un futuro más próspero e inclusivo para Guatemala.

Además de las voces de apoyo de Estados Unidos, otros líderes latinoamericanos presentes en la ceremonia expresaron su apoyo a Arévalo. El presidente de Paraguay, Santiago Peña, enfatizó la importancia de respetar los procesos constitucionales, mientras que el presidente de Chile, Gabriel Boric, expresó su apoyo al nuevo presidente y reforzó la defensa de la democracia en la región.

El proceso que condujo a la toma de posesión de Bernardo Arévalo refleja los desafíos políticos y sociales que enfrenta Guatemala hoy. Aunque finalmente se produjo el traspaso de poder, las tensiones vividas durante la jornada muestran claramente la fragilidad institucional aún existente en el país. Sin embargo, el apoyo de la comunidad internacional y los compromisos del nuevo gobierno representan una oportunidad para avanzar hacia un futuro más estable y democrático.

El día dejó en claro que la democracia en Guatemala aún enfrenta desafíos importantes. Sin embargo, la determinación de las instituciones internacionales y los líderes regionales de garantizar una transición pacífica es un recordatorio de la importancia de preservar los valores democráticos en un contexto global cada vez más polarizado. El desafío para el gobierno de Bernardo Arévalo será ahora convertir estas promesas de apoyo en acciones concretas que beneficien al pueblo guatemalteco y fortalezcan la confianza en sus instituciones.