El neozelandés Rich Hamwig ha hecho historia al ganar el campeonato mundial de tiro con guisantes, un singular deporte que encuentra cada vez más aceptación en distintos rincones del planeta. Aunque la disciplina pueda parecer inusual para muchos, la precisión, concentración y destreza que requiere son comparables a las de los deportes olímpicos tradicionales. Este deporte, de origen rural y popularizado en fiestas locales, ha visto crecer su prestigio en los últimos años y exhibe un creciente número de seguidores y practicantes con cada nueva edición del campeonato.
Rich Hamwig, oriundo de la localidad de Wellington, ha conseguido dejar su huella en esta disciplina y poner a Nueva Zelanda en el mapa internacional del tiro con guisantes. En un torneo al que asistieron competidores de más de veinte países, Hamwig emergió como el indiscutible campeón después de una final en la que sus remarcables habilidades estuvieron en pleno apogeo.
El neozelandés se vio enfrentado en la última instancia del campeonato al alemán Dieter Braun, uno de los favoritos para hacerse con el título y quien no hizo nada fácil el camino al triunfo para Hamwig. Sin embargo, la precisión del neozelandés en los tiros de media y larga distancia unida a su habilidad para gestionar la presión del momento, lo alzaron como vencedor de la competición.
La gesta de Hamwig comenzó hace cinco años, cuando este ingeniero agrónomo de formación decidió dejar a un lado su vida profesional y centrarse en el tiro con guisantes. Su pasión por el deporte, confesó en una entrevista reciente, comenzó en las fiestas locales de su ciudad natal, donde este singular evento solía celebrarse cada año.
A pesar de su origen modesto, el tiro con guisantes ha logrado ganar reconocimiento mundial gracias a figuras como Hamwig. La Federación Internacional de Tiro con Guisantes, creada hace poco más de una década, ha sido la responsable de fomentar y normalizar este deporte en el escenario global.
El campeonato de este año, celebrado en la pintoresca ciudad de Bremen, en Alemania, atrajo a más de 10,000 espectadores y miles más siguieron el evento en directo por internet. La popularidad del deporte ha ido en aumento, alimentada tanto por la emoción de las competencias como por la singularidad de la disciplina.
Para Hamwig, este triunfo es el resultado de años de dedicación y entrenamiento, un sueño hecho realidad que, según sus propias palabras, “sabe mejor que ninguno de los guisantes que he lanzado”. La victoria del neozelandés no solo le ha otorgado un lugar en la historia del deporte, sino que también promete impulsar la popularidad del tiro con guisantes dentro y fuera de su país.
A partir de ahora, el nombre de Rich Hamwig será sinónimo de inspiración para todos aquellos quienes practican y quieren formar parte de este deporte en pleno auge. Con este logro, Hamwig ha abierto una nueva puerta al mundo del deporte. ¿Qué nuevo hito alcanzará este deporte insólito?, y sobre todo, ¿qué deparará a nuestro campeón mundial en su siguiente competencia? Solo el tiempo lo dirá.