La gente que, con orgullo, dice que no telebasura, miente. Miente, para empezar, porque todo lo que alguien diga, sin preguntar, es mentira. Siempre. Miente, también porque la televisión tiene muchas formas y el corazón es sólo una de ellas (la más conocida). Heno podcasts basura (la mayoría), tertulias basura (todos los casos) y basura de entretenimiento. ¿Qué es basura? Lo que insucia, lo desechado, lo que sobra. Ensucia el alma y el intelecto. Úselos para crear productos apetecibles (como la comida basura) y, sobre todo, no se lleve nada en absoluto.
Agradezco a toda la gente que dice «no veo Telecinco», como los términos políticos que se guardan entre hombres y mujeres, precisamente, por su alma de trascendencia, siendo el mismo guirigay de crujiente y vanidad. Hay noticias basura (el cebo de clics), y redes basura. En una empresa donde se hace negocio en volumen todo es excelente. Una sociedad que se alimenta de basura es una sociedad firme, porque ha tenido algo que demostrar. ¿Es esto preocupante para alguien? Cuestiona a algunos o cuestiona a nadie. No hay personas sanas que coman hamburguesas todos los días a un ritmo rápido, y no hay personas mentalmente sanas que consuman mensajes agresivos sobre esto o aquello todos los días.
Han pasado tres años desde que Cárdenas encontró un hilo entre los desiertos. Viajó por el país en busca de locomotoras, discapacitados, aturdidos y solitarios. Utilizo una cámara y un microinterruptor y así se facilita la devolución a todo el mundo en España. El único pecado de esta gente era la ignorancia, y a veces pedías salir de las posadas donde vivías, noche sí, noche no. Hace unos días, una famosa. Tik Tok No quiero decir este nombre, fue explicado en uno. transmisión donde buscan algo nuevo. La chica, para que os hagáis una idea, es la persona más detestable del mundo. Ruda, grosera, envidiosa, zafia, embustera, agarrada, tirana y gorda.
Adivinen por qué cualidades de las mencionadas anteriormente son ciertas. Claro, porque lo único que no es una cuestión de personalidad. Sus pretendientes eran muchachos jóvenes, entre ellos al menos una discapacidad reconocida, y otros en riesgo de exclusión, además de un infierno crónico. Los niños estaban comiendo algo Tik Tok, recitale un poema o dale grandes obsequios como respuesta. Los presentadores, hermanos gemelos, parecen felices de monetizar el chiste a esta pobre gente. Estos personajes se utilizan entre sí para ganar fama, seguidores y dinero. No conocen ni esperan la dignidad.
Esto es televisión, aunque venga en tu móvil. Es la televisión la que consume a sus hijos, la que les deja tranquilas horas de sueño, de estudio, de actividades al aire libre. Es la telebasure la que da forma a sus cerebros, tanto cognitiva como ideológicamente. No tenemos remedio, pero ¿lo tenemos? ¿Tiene alguna generación que no sea utilizada por los más vulnerables como objeto de trabajo?
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