El exmandatario Donald Trump, quien recientemente retomó el puesto tras los comicios de 2024, admitió en una entrevista televisada con Sean Hannity que la inflación en EE.UU. está aumentando otra vez. No obstante, Trump rápidamente culpó a su antecesor, Joe Biden, por lo que describió como un «gasto desenfrenado» durante su gobierno, el cual según él, creó el escenario para el alza de los precios.
El expresidente Donald Trump, quien recientemente volvió al cargo tras las elecciones de 2024, reconoció en una entrevista televisada con Sean Hannity que la inflación en Estados Unidos está en aumento nuevamente. Sin embargo, Trump se apresuró a responsabilizar a su predecesor, Joe Biden, por lo que calificó como un «gasto descontrolado» durante su administración, el cual habría generado las condiciones para el repunte de los precios.
El reciente reporte de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por su acrónimo en inglés) confirmó que los precios al consumidor registraron un aumento notable en enero, señalando el mayor alza mensual desde agosto de 2023. Los precios incrementaron un 3% en comparación con el mismo mes del año pasado, alimentados principalmente por la subida en el precio de los combustibles y artículos esenciales como los huevos.
El reciente informe de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés) confirmó que los precios al consumo experimentaron un aumento significativo en enero, marcando el mayor incremento mensual desde agosto de 2023. Los precios subieron un 3% en comparación con el mismo período del año anterior, impulsados principalmente por el aumento en el costo de los combustibles y productos básicos como los huevos.
Aunque Trump culpa directamente a Biden, los economistas están divididos respecto a las auténticas causas del aumento inflacionario. Bajo la gestión de Biden, los precios se elevaron considerablemente en su segunda año como presidente, alcanzando un máximo en 40 años en junio de 2022, antes de disminuir gradualmente a niveles cercanos a lo normal en 2024.
Por otro lado, Trump acusó al gobierno de Biden de malgastar fondos en lo que denominó la «Nueva Estafa Verde», un término que empleó para describir los proyectos de energía limpia impulsados durante el mandato de su predecesor. De acuerdo con el exmandatario, Biden habría desembolsado 9 billones de dólares en estos programas, aunque los registros oficiales muestran que el gasto principal se destinó a la Ley de Infraestructura de 2021 y a los paquetes de ayuda por la pandemia de COVID-19, que juntos sumaron cerca de 5 billones de dólares.
A pesar de estas acusaciones, diversos análisis, como los llevados a cabo por la Comisión para un Presupuesto Federal Responsable (CRFB), afirman que las acciones de Biden, incluidas propuestas como la Ley de Reducción de la Inflación, produjeron ahorros considerables para el gobierno, especialmente mediante reducciones en el costo de medicamentos y aumento de la recaudación fiscal.
Pese a estas acusaciones, varios análisis, como los realizados por la Comisión para un Presupuesto Federal Responsable (CRFB), sostienen que las medidas de Biden, incluidas iniciativas como la Ley de Reducción de la Inflación, generaron ahorros significativos al gobierno, especialmente a través de recortes en medicamentos y mayor recaudación fiscal.
Los especialistas también destacan factores externos que han afectado la inflación, como el conflicto en Ucrania, los problemas de suministro originados por la pandemia y el impacto de fenómenos como la gripe aviar, que elevaron los precios de productos esenciales como los huevos. Además, la volatilidad de los mercados energéticos y las sanciones a naciones como Rusia e Irán han influido en el incremento de los costos de combustibles.
Los expertos también señalan factores externos que han influido en la inflación, como la guerra en Ucrania, los problemas de suministro derivados de la pandemia y el impacto de fenómenos como la gripe aviar, que disparó los precios de productos básicos como los huevos. Además, la volatilidad de los mercados energéticos y las sanciones a países como Rusia e Irán han contribuido al aumento de los costos de combustibles.
Las consecuencias para Trump
El retorno de la inflación representa un reto importante para Trump en su segundo mandato. Aunque ha prometido bajar los precios por medio de recortes fiscales, más flexibilidad en la extracción de combustibles fósiles y una reducción del gasto gubernamental, algunos economistas alertan que sus políticas podrían agravar el problema. Por ejemplo, los aranceles que Trump impuso a las importaciones podrían elevar los costos para los consumidores en Estados Unidos, contrarrestando los beneficios de otras acciones.
Además, la Reserva Federal podría estar obligada a mantener altas las tasas de interés para controlar la inflación, lo que aumentaría los costos de los créditos, hipotecas y alquileres, impactando directamente a las familias estadounidenses.
Un problema heredado, pero ahora es su responsabilidad
Un problema heredado, pero ahora suyo
Aunque Trump insiste en que la administración de Biden dejó una economía debilitada, la realidad es que la inflación ahora se ha convertido en un problema que deberá abordar su gobierno. Con un panorama económico incierto y factores externos que siguen afectando los mercados globales, el éxito de su estrategia económica será clave para determinar si logra cumplir su promesa de aliviar los costos para las familias estadounidenses.
Mientras tanto, los consumidores continúan enfrentando precios más altos, especialmente en alimentos y combustibles, lo que mantiene la preocupación sobre el futuro económico del país.